Todos fuimos Daria

Por allá de los 90’s, dos inadaptados creados por Mike Judge rompieron la televisión norteamericana y de un montón de otras latitudes; nos referimos, por supuesto, a Beavis and Butt-head. Estos dos adolescentes irreverentes y sinvergüenzas tenían una compañera de clase, profunda, sensible, culta e inteligente, pero al igual que Beavis y Butt-head, con problemas serios para socializar, lo que hacía que, incluso este par de descentrados la molestaran con un juego de palabras derivado de su nombre y la llamaran “diarrea”. Como ya se habrán dado cuenta, me refiero a Daria Morgendorffer, quien después de haber sido un personaje secundario en la serie de Judge, se decidió que tendría la propia. Al principio, no muchos estuvieron seguros de la decisión, pero eventualmente el tiempo les daría la razón a los que apostaron por esta serie, ya que se convertiría en todo un ícono de los 90’s, y Daria, uno de los personajes de animación más importantes del siglo anterior.

En la nueva serie, Daria y su familia compuesta por su padre Jake, un inestable adulto con varios traumas ocasionados por su propio progenitor, pero cariñoso y preocupado por sus hijas; Helen, una madre que dedica casi todo su tiempo al trabajo, pero que, al igual que Jake, siempre está lista para cuidar y aconsejar a sus niñas; y finalmente Quinn, una adolescente completamente superficial e interesada sólo por la ropa y el maquillaje (cosa que irá cambiando conforme la serie avanza). Ellos, juntos con Jane Lane, la mejor amiga de Daria, serán los principales componentes de la serie. Existen toda una gama de personajes, y la serie está tan bien escrita que iremos conociendo varias aristas y facetas de cada uno de ellos, tanto de los principales, como de los secundarios.

Creo que el gran éxito que tuvo la serie fue multifactorial: por un lado, la música que acompañaba al show es, hoy por hoy, un museo del rock de los 90’s. En cada episodio podemos encontrar compopsiciones de Radiohead, los Foo Fighters, Stone Temple Pilots, R.E.M., Incubus entre muchas otras bandas; pero la música no brillaba por sí sola, sino que acompañaba adecuadamente las historias, creando una mezcla perfecta en lo audiovisual.

Por otro lado, y como es casi obvio, el gran factor de éxito fue Daria, un personaje sincero y problemático a la vez. Daria es demasiado lista y honesta para el mundo en el que vive, pero eso no impide que sea una adolescente sensible y con unas enormes ganas de ser entendida. Esto último puede verse en las fantasías, esperanzas, compromisos y anhelos que Daria desarrollará con sus dos grandes intereses románticos. Era muy difícil ver la serie y no sentirse identificado con ella; cualquiera que alguna vez haya sentido que no encaja, o que por más que lo intenta no es capaz de comprender su entorno, seguramente se identificó con Daria; podemos decir que, en última instancia, todos somos Daria, y esa fue la clave del éxito para esta serie animada, a saber, la escritura de un gran, gran personaje.

¿Y ustedes, han visto esta serie? ¿Conocían a Daria desde Beavis and Butt-head?

Otros temas que te pueden interesar…

A Serbian Film: la película más pinche fuerte que he visto (hasta ahora)

A lo largo de los años en los que me he considerado “cinéfilo” (empecé a ver películas sin para a los quince años) he visto varios filmes que se han considerado, tanto por la crítica como por la audiencia, como algunos de los más extremos y violentos: Irreversible de Gaspar Noé; Martyrs de Pascal Laugier;…

¿Cuántas lunas?

¿Cuántas lunas habré observado antes de dormir? ¿Cuántas de ellas me habrán bañado con sus rayos repletos de melancolía y tristeza? ¿Cuántas veces habré deseado desvanecerme en esos parajes nocturnos? ¿Cuántas lunas habrán sido testigos silenciosos de mi angustia y soledad? ¿Cuántas lunas habré observado antes de dormir, deseando no ver ni una sola más?