Algo que mencionar sobre Irvine Welsh

El autor del que les hablaré en esta ocasión es nada menos que el escritor de la célebre novela de Trainspotting, la cual tuvo una adaptación cinematográfica en manos de Danny Boyle, en la que incluso aparece el propio Welsh interpretando a Mikey Forrester y que catapultó a la fama tanto al escritor como al director de cine.

En entradas anteriores ya les he hablado de los autores de la llamada generación beat, por un lado, y de Charles Bukowski por otro; Welsh es un autor que también goza de mi admiración, ya que considero que en gran medida es un heredero de varios de los aspectos de los autores anteriormente mencionados.

La literatura de Welsh se acerca mucho al “realismo sucio”. Uno de los grandes méritos de Welsh ha sido escribir reflejando de manera fiel la jerga de los barrios bajos de Edimburgo. Sus historias son narraciones que en gran medida nos dejan ver la vida de los marginados de Escocia, personajes inmersos en un mundo capitalista los cuales no tienen acceso a la vida “triunfante” que dicho modo producción postula. No se trata de la Europa idealizada que aparece la mayor de las veces tanto en el cine como en las agencias de viajes, aquí aparece un Edimburgo sumergido en la pobreza y la dominación de la corona británica y sus líderes; Welsh dibuja un panorama desolador donde la juventud sólo puede encontrar una salida para poder sobrellevar la vida en el crimen, las drogas, el soccer y el sexo casual. El propio título de la célebre novela, Trainspotting, hace alusión a la actividad de sentarse a observar trenes todo un día entero, registrando las características principales de cada uno de los vagones, actividad que considerada para algunos como un pasatiempo y que deja ver el vacío ocioso con la cual, más de uno, intenta matar el tiempo para no enfrentarse a una vida sin futuro ni beneficio.

A pesar de que sus novelas tienen muchos momentos de comicidad, en general son retratos oscuros de la vida de todos aquellos que no forman parte del proyecto del «éxito» que como sociedad se espera obtener. Aquí les dejo una breve reseña de cuatro novelas de Welsh, las que yo considero que reflejan en buena medida de qué va su trabajo:

1.- Skagboys: cronológicamente hablando, se trata de la primera novela en la que se desarrolla el universo de Trainspotting, es decir, en este trabajo podremos ver cómo es que se conocieron en una juventud muy temprana Renton, Begbie, Spud y Sick Boy, y cómo es que comenzó el aspecto temático más fuerte de dicho universo: la adicción destructiva e irreparable de los protagonistas a la heroína. Hablando en términos de la obra de Welsh, es una de sus últimas novelas publicadas hasta el momento, y se nota una evolución y madurez del autor con respecto a otros de sus trabajos. La novela es la más política de Welsh hasta la fecha, ya que contiene una severa crítica al proyecto de nación de Margaret Thatcher, un proyecto de tintes neoliberales que aplastó a la clase obrera, así como pasó con Ronald Reagan en Estados Unidos.

2.- Trainspotting: como ya lo mencioné, la película basada en esta novela fue todo un éxito en taquillas y hoy por hoy está considerada como una cinta de culto. La novela, por su parte, se trata de un trabajo muy divertido y que nos introduce en ese otro Edimburgo, el de los “chutódromos” (aquellos lugares que suelen ser habitaciones de edificios abandonados, utilizados para inyectarse heroína y gracias a los cuales proliferaron los contagios de VIH). La película de Boyle es excelente, pero no se puede dejar de leer la novela de Welsh.

3.- Porno: esta es la novela en la que está basada Trainspotting 2. En ella, nos situamos diez años después de los sucesos de Trainspotting, y vemos a sus personajes, habiendo remplazado la heroína por la cocaína, aun lidiando con problemas como la violencia doméstica, el trabajo y el sin-sentido de la existencia. Como lo dice su título, la novela se centra en la industria del entretenimiento para adultos, lo que da oportunidad a Welsh para lanzar agudas observaciones sobre las relaciones de parejas, la explotación del cuerpo y el afán de ganancia sobre todas las cosas propio del sistema capitalista. Como se menciona en la propia novela: “Si de veras quieres saber cómo funciona el capitalismo, olvídate de la fábrica de alfileres de Adam Smith, éste es el sitio [un prostíbulo] que hay que estudiar”.

4.- Crimen: una de las novelas más fuertes que he leído. En ella nos encontramos con Ray Lennox, un inspector perteneciente al cuerpo policiaco de Edimburgo, quien tras no haber podido resolver la violación y el asesinato de una niña, cae en una severa crisis, por lo que se le obliga a tomarse unas vacaciones en Miami. Ya estando ahí, y sin darse cuenta, Lennox se ve inmerso en el mundo de la prostitución y la pornografía infantil. Una novela que muestra el talento narrativo de Welsh, al tratar un tema tan delicado como el de la pedofilia en una novela extraordinaria.

Como siempre, los invito al diálogo y a que dejen sus comentarios. ¿Ya han leído algo de Irvine Welsh? ¿Qué les parece?

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8 canciones de Morrissey y The Smiths anti-14 de febrero

Antes que nada, no quisiera caer en el lugar común de decir que odio el 14 de febrero y esparcir veneno contra todo aquel que quiera festejar ese día; piénsenlo: ¿Qué sería de los globeros y los dueños de los hoteles sin el 14 de febrero? Sin embargo, el “Día del amor y de la amistad”, puede disfrutarse mejor con una selección de canciones de Morrissey y los Smiths para quedarse acostado todo el día, con un litro de helado del sabor que más acomode, una selección de poemas de Keats, Wilde y Yeats y estas canciones que, solteros o no, moverán profundas fibras sensibles:

1.- Let Me Kiss You: esta canción es una de esas piezas que a más de uno les recordará cuando les dijeron que sólo los querían como amigo o amiga, o cuando les aplicaron “la cobra”, ya saben, ese movimiento digno del más ágil samurái que consiste en echar la cabeza para atrás cuando uno se acerca e intenta robar un beso. Se trata de un canto de humillación y desesperación que repite una y otra vez la siguiente petición: “Close your eyes and think of someone you physically admire, and let me kiss you”. La idea es que, sin importar que tan humillante sea, se pueda recibir un beso del ser deseado, sin embargo, la ilusión se rompe inmediatamente cuando la otra persona abre los ojos, y se encuentra con alguien que “aborrece” físicamente. Como último acto de rebajamiento, se le dice amargamente a esa otra persona que acaba de rechazarnos: “My heart is open to you”.

2.- Last Night I Dreamt That Somebody Loved Me: ¿no les ha pasado que encuentran al amor de su vida, que todo va perfecto, y que sienten que por fin han encontrado la felicidad al lado de esa persona, y que después despiertan estando igual de solos y solas que la noche anterior? Pues de eso va esta canción, que desde el comienzo hasta el final nos sumerge en una atmosfera densa e inquietante, con una interrogante clara y llena de desasosiego: “Tell me, how long before the right one?

3.- Well I Wonder: una de las canciones más dolorosas de los Smiths. Johnny Marr hace maravillas con una guitarra electroacústica, que no deja de acompañar la lastimera voz de Morrissey. Nos encontramos con unas líricas llenas de pesadumbre y resignación: alguien que sabe que se ha terminado todo aquello que tuvo con la otra persona, y cada que la ve pasar se pregunta si ésta, aunque sea en sueños, aún le recuerda. La voz de Morrissey no deja de ser un lamento continuo, acompañado por el efecto sonoro de una lluvia que cae de forma inclemente, y un suspiro que, como último acto de amor y piedad, se le pide a ese ser ya lejano: “Please, keep me in mind”.

4.- I Know It’s Over: The Queen Is Dead es una de las obras más reconocidas de la historia del rock, y canciones como I Know It’s Over demuestra el por qué. Sería inútil intentar seleccionar algún fragmento de la letra en cuestión, ya que se trata de todo un discurso sobre esa situación cuando, en la soledad y en la oscuridad de un cuarto por la noche, nos damos cuenta de que aquella relación que teníamos con alguien se ha acabado, y entonces, uno no saber para dónde ir, ni qué hacer. Generalmente en estos casos, son los amigos y las amigas las que “nos echan porras”, pero después de contestar el cuestionario de esta canción de los Smiths, poco o nada de ánimo queda: “If you’re so funny, if you’re so clever, if you’re so very entertaining, and if you’re so very good looking, why you sleep alone tonight?”.

5.- Half A Person: existen relaciones donde uno le da todo su tiempo, su vida y su amor a la otra persona, y él o ella no son capaces de regalarnos ni cinco segundos de su existencia. Esta canción es un reclamo a todas esas situaciones, aquellas en las que uno se desvive por la otra persona, mientras que para él o ella uno representa “la-amistad-con-la-que-me-la-paso-muy-bien-pero-es-que-yo-no-quiero-nada-serio-con-nadie-por-el-momento” y a las dos semanas le vemos paseando de la mano y subiendo fotos al Facebook con “su gordo” o “su chaparrita”. Half A Person es uno de los puntos más sólidos de la carrera de los Smiths, donde de nueva cuenta Johnny Marr deja muy claro con su guitarra el por qué Morrissey como solista nunca podrá ser tan bueno como lo era en conjunto con la banda británica. “Call me morbid, call me pale”.

6.- Speedway: hay canciones de Morrissey con las que siempre me queda la duda sobre si existe algún significado oculto, sin embargo, me iré en esta ocasión por el nivel de análisis interpretativo básico, y hablaré de esta canción, la cual nos narra una relación destructiva, donde el claro objetivo es arruinar la vida de esa otra persona; una relación llena de mentiras y traiciones, donde ya no queda nada por destruir, y sin embargo, se sigue intentando: “and when you try to break my spirit, it won’t work, because there’s nothing left to break, anymore”, y a pesar de todo, la canción termina diciendo: “I’ve always been true to you, in my own strange way, in my own sick way, I’ve always been true to you”.

7.- Suedhead: era un paso obligado en esta lista mencionar la que es, probablemente, la canción más conocida de Morrissey en su carrera como solista. Una canción que muchos conocen de manera errónea como I’m Sorry. Rupturas, mentiras, secretos, engaños y arrepentimiento son los elementos básicos de esta canción.

8.- There Is A Light That Never Goes Out: la canción de amor trágico por excelencia. Podría escribir cuartillas enteras sólo sobre esta canción…En ella, escuchamos la historia de un joven solitario que se ha quedado sin hogar – si es que alguna vez lo tuvo – que lo único que desea es “salir y ver luces y ver gente”. Se puede notar que depende emocionalmente de la persona a la que le dedica con desesperación la frase de “Take me out, tonight, take me anywhere, I don’t care, I don’t care, I don’t care”. Es una historia de amor trágico, porque si bien se pueden encontrar unas migajas de romance, la idea de la canción es morir en esa misma noche junto a esa persona: “Tonight by your side is such a heavenly way to die”. La canción da lugar a muchas interpretaciones, tal y como tuve la oportunidad de platicarlo con Irvine Welsh, autor de Trainspotting en una conferencia que tuvo lugar en la Ciudad de México ya hace unos años. Sea como sea, There Is A Light That Never Goes Out se ha convertido en un himno para muchas personas, particularmente para aquellos “ángeles rebeldes” (como diría Allen Ginsberg) que vagan solitarios por las noches, la mayoría de ellos, sin rumbo y con el corazón roto en la mano.

Y aunque ya haya pasado el 14 de febrero hace un par de días, siempre es un buen momento para darnos un agasajo con estas y algunas otras canciones de The Smiths y Morrissey; ¿o ustedes qué opinan?

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