8 canciones de Morrissey y The Smiths anti-14 de febrero

Antes que nada, no quisiera caer en el lugar común de decir que odio el 14 de febrero y esparcir veneno contra todo aquel que quiera festejar ese día; piénsenlo: ¿Qué sería de los globeros y los dueños de los hoteles sin el 14 de febrero? Sin embargo, el “Día del amor y de la amistad”, puede disfrutarse mejor con una selección de canciones de Morrissey y los Smiths para quedarse acostado todo el día, con un litro de helado del sabor que más acomode, una selección de poemas de Keats, Wilde y Yeats y estas canciones que, solteros o no, moverán profundas fibras sensibles:

1.- Let Me Kiss You: esta canción es una de esas piezas que a más de uno les recordará cuando les dijeron que sólo los querían como amigo o amiga, o cuando les aplicaron “la cobra”, ya saben, ese movimiento digno del más ágil samurái que consiste en echar la cabeza para atrás cuando uno se acerca e intenta robar un beso. Se trata de un canto de humillación y desesperación que repite una y otra vez la siguiente petición: “Close your eyes and think of someone you physically admire, and let me kiss you”. La idea es que, sin importar que tan humillante sea, se pueda recibir un beso del ser deseado, sin embargo, la ilusión se rompe inmediatamente cuando la otra persona abre los ojos, y se encuentra con alguien que “aborrece” físicamente. Como último acto de rebajamiento, se le dice amargamente a esa otra persona que acaba de rechazarnos: “My heart is open to you”.

2.- Last Night I Dreamt That Somebody Loved Me: ¿no les ha pasado que encuentran al amor de su vida, que todo va perfecto, y que sienten que por fin han encontrado la felicidad al lado de esa persona, y que después despiertan estando igual de solos y solas que la noche anterior? Pues de eso va esta canción, que desde el comienzo hasta el final nos sumerge en una atmosfera densa e inquietante, con una interrogante clara y llena de desasosiego: “Tell me, how long before the right one?

3.- Well I Wonder: una de las canciones más dolorosas de los Smiths. Johnny Marr hace maravillas con una guitarra electroacústica, que no deja de acompañar la lastimera voz de Morrissey. Nos encontramos con unas líricas llenas de pesadumbre y resignación: alguien que sabe que se ha terminado todo aquello que tuvo con la otra persona, y cada que la ve pasar se pregunta si ésta, aunque sea en sueños, aún le recuerda. La voz de Morrissey no deja de ser un lamento continuo, acompañado por el efecto sonoro de una lluvia que cae de forma inclemente, y un suspiro que, como último acto de amor y piedad, se le pide a ese ser ya lejano: “Please, keep me in mind”.

4.- I Know It’s Over: The Queen Is Dead es una de las obras más reconocidas de la historia del rock, y canciones como I Know It’s Over demuestra el por qué. Sería inútil intentar seleccionar algún fragmento de la letra en cuestión, ya que se trata de todo un discurso sobre esa situación cuando, en la soledad y en la oscuridad de un cuarto por la noche, nos damos cuenta de que aquella relación que teníamos con alguien se ha acabado, y entonces, uno no saber para dónde ir, ni qué hacer. Generalmente en estos casos, son los amigos y las amigas las que “nos echan porras”, pero después de contestar el cuestionario de esta canción de los Smiths, poco o nada de ánimo queda: “If you’re so funny, if you’re so clever, if you’re so very entertaining, and if you’re so very good looking, why you sleep alone tonight?”.

5.- Half A Person: existen relaciones donde uno le da todo su tiempo, su vida y su amor a la otra persona, y él o ella no son capaces de regalarnos ni cinco segundos de su existencia. Esta canción es un reclamo a todas esas situaciones, aquellas en las que uno se desvive por la otra persona, mientras que para él o ella uno representa “la-amistad-con-la-que-me-la-paso-muy-bien-pero-es-que-yo-no-quiero-nada-serio-con-nadie-por-el-momento” y a las dos semanas le vemos paseando de la mano y subiendo fotos al Facebook con “su gordo” o “su chaparrita”. Half A Person es uno de los puntos más sólidos de la carrera de los Smiths, donde de nueva cuenta Johnny Marr deja muy claro con su guitarra el por qué Morrissey como solista nunca podrá ser tan bueno como lo era en conjunto con la banda británica. “Call me morbid, call me pale”.

6.- Speedway: hay canciones de Morrissey con las que siempre me queda la duda sobre si existe algún significado oculto, sin embargo, me iré en esta ocasión por el nivel de análisis interpretativo básico, y hablaré de esta canción, la cual nos narra una relación destructiva, donde el claro objetivo es arruinar la vida de esa otra persona; una relación llena de mentiras y traiciones, donde ya no queda nada por destruir, y sin embargo, se sigue intentando: “and when you try to break my spirit, it won’t work, because there’s nothing left to break, anymore”, y a pesar de todo, la canción termina diciendo: “I’ve always been true to you, in my own strange way, in my own sick way, I’ve always been true to you”.

7.- Suedhead: era un paso obligado en esta lista mencionar la que es, probablemente, la canción más conocida de Morrissey en su carrera como solista. Una canción que muchos conocen de manera errónea como I’m Sorry. Rupturas, mentiras, secretos, engaños y arrepentimiento son los elementos básicos de esta canción.

8.- There Is A Light That Never Goes Out: la canción de amor trágico por excelencia. Podría escribir cuartillas enteras sólo sobre esta canción…En ella, escuchamos la historia de un joven solitario que se ha quedado sin hogar – si es que alguna vez lo tuvo – que lo único que desea es “salir y ver luces y ver gente”. Se puede notar que depende emocionalmente de la persona a la que le dedica con desesperación la frase de “Take me out, tonight, take me anywhere, I don’t care, I don’t care, I don’t care”. Es una historia de amor trágico, porque si bien se pueden encontrar unas migajas de romance, la idea de la canción es morir en esa misma noche junto a esa persona: “Tonight by your side is such a heavenly way to die”. La canción da lugar a muchas interpretaciones, tal y como tuve la oportunidad de platicarlo con Irvine Welsh, autor de Trainspotting en una conferencia que tuvo lugar en la Ciudad de México ya hace unos años. Sea como sea, There Is A Light That Never Goes Out se ha convertido en un himno para muchas personas, particularmente para aquellos “ángeles rebeldes” (como diría Allen Ginsberg) que vagan solitarios por las noches, la mayoría de ellos, sin rumbo y con el corazón roto en la mano.

Y aunque ya haya pasado el 14 de febrero hace un par de días, siempre es un buen momento para darnos un agasajo con estas y algunas otras canciones de The Smiths y Morrissey; ¿o ustedes qué opinan?

Otros temas que te pueden interesar…

Tokio 1980

Era el último día de mi residencia en Tokio. Después de dos años de estudiar en Japón, debía de regresar a la Ciudad de México en unas horas más. Ella y yo estábamos en medio de Shibuya, y el atardecer nipón era poco a poco desplazado por la noche. Los colores púrpuras y carmesí en…

Mis amados muertos

Caminé por el Panteón Español; eran aproximadamente las 11 de la mañana. El sol matutino pegaba de una manera agradable, y la brisa del viento estaba acompañada de un sentimiento de tranquilidad y nostalgia. Se escuchaban los sonidos de la naturaleza que bordeaban las tumbas y los monumentos funerarios de todo ese espacio; casi parecía…

Exequias

Hace un par de meses murió mi abuelita, María Leonor Rodríguez, y la siguiente entrada es para hablarles de uno de los primeros recuerdos de toda mi infancia en el que ella fue la actriz principal de esa memoria. Mi abuelita, originaría de la Ciudad de México, específicamente del Barrio de San Pedro en Iztacalco…