Hace no mucho que recibí en mi hogar la grata visita de mi amigo “Godo”, y entre muchas de las cosas que se hablaron esa tarde, nos propusimos leer y discutir El Hombre de la Arena del célebre escritor alemán Ernst Theodor Amadeus Hoffmann.
Este era un cuento que yo ya conocía debido a que, hace ya unos cuantos años, tomé un curso de literatura gótica, en el cual, el profesor hizo énfasis en dos textos: el primero de ellos El Castillo de Otranto de Horace Walpole, escrito famoso por estar considerado como la primera obra literaria perteneciente al género de lo gótico y el terror; el segundo de ellos era El Hombre de la Arena de Hoffmann, el cual, según nos decía el maestro, se trataba de uno de los pilares y más grandes representantes de dicho género.
El hombre de la arena es uno de esos textos de los cuales es mejor no decir ni una palabra, no sólo porque existe el riesgo latente de arruinar algunos detalles o la totalidad de la historia, sino porque al callar sobre su contenido, no hacemos otra cosa más que aumentarle un aire misterioso y tenebroso a la obra en cuestión.
Lo que sí puedo decirles es que se trata de una delicia; en lo particular, me hizo revivir el amor por la literatura gótica. Gracias a esta lectura recordé a otros de mis pasajes favoritos en lo relativo a este género: reviví La sombra sobre Innsmouth de H.P. Lovecraft, El pueblo blanco de Arthur Machen, Otra vuelta de tuerca de Henry James, El cuervo de Allan Poe, Fausto de Goethe, entre otros.
La recomendación que me hizo el buen “Godo” y que ahora les hago a todos ustedes es la de complementar la lectura de El Hombre de la Arena con el estudio que Sigmund Freud realiza sobre dicha obra, intitulado como “Lo ominoso”.
En resumidas cuentas, se trata de un cuento constituido como todo un clásico de la literatura gótica y de terror que sorprende por su forma, y el cual hará que los vellos del brazo se les ericen a más de uno de ustedes. Por mi parte, me dispongo a continuar con otro trabajo del propio Hoffmann, el cual también vale la pena mencionar: Los elixires del diablo.
A título personal, recomiendo la colección perteneciente a la editorial Valdemar titulada “El Club de Diógenes”, en la cual encontrarán todos los títulos mencionados aquí y muchísimos más. Aunque los libros pertenecientes a dicha colección pueden resultar un tanto caros, la estética de cada una de las piezas, así como la traducción, los estudios preliminares y el aparato crítico valen mucho la pena.

¿Y ustedes, qué obras de terror gótico han leído? Si les interesa el tema, también pueden visualizar nuestro canal de YouTube, donde encontrarán un video titulado “Zorro en la noche: literatura gótica y de terror”, para seguir discutiendo sobre todas estas obras, ahora que nos encontramos en el mes del terror.
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