Cinco películas que son tan malas que terminan siendo buenas

Todos hemos pronunciado esa frase que dice “de tan mala que es, terminó siendo buena”, refiriéndonos a esas cintas que son de tan pésima calidad – sea por su guion, su dirección o sus actuaciones – que no resultan aburridas o insoportables, sino que se volvieron parte de una tarde agradable en casa. Esas películas que nos han servido en una serie interminable de charlas de café para reírnos con aquellos que también han tenido la “oportunidad” de toparse con alguna de esas cintas. Hoy, rendiremos tributo a cinco de esos filmes que terminaron por captar nuestra atención por 90 minutos o más a pesar de ser todo un desastre. Sirva también esta lista a manera de recomendación para todos aquellos que no se han encontrado con alguna de estas “joyas” en su camino.

1.- Stealing Harvard: seguramente, todos aquellos que comparten, más o menos, mi fecha de nacimiento (1989) recordarán a Tom Green, aquel excéntrico que formó parte sustancial del MTV de los años 90’s. Como presentador de distintos eventos, y anfitrión de su propio programa (The Tom Green Show), el alocado personaje representó todo un ícono lleno de irreverencia que llevó el humor escatológico, sexual y corporal al siguiente nivel. Pues en el año del 2002, Green aparecería en la pantalla grande en la cinta titulada Stealing Harvard, comedia en la que junto con Leslie Mann y Jason Lee, nos adentramos en la difícil misión de, por una promesa hecha en la infancia, conseguir el dinero para que la sobrina del protagonista pueda asistir a la prestigiosa universidad que se menciona en el título de la cinta. Como se imaginarán, el filme no contiene ni el guion mas desarrollado, ni las actuaciones más profundas, pero para cualquiera que se olvide de la categoría de “lo artístico”, esta obra es merecedora de ser vista una y otra vez.

2.- La Santa Muerte: el humor involuntario muchas veces resulta ser más divertido que aquel que se hace con la finalidad explícita de hacer reír, y La Santa Muerte de Paco del Toro es un claro ejemplo de ello. Esta cinta del 2007, creada con un claro mensaje religioso, parece que se olvida del concepto de “cinematografía”, ya que desde el guion, las actuaciones, la fotografía y llegando hasta la dirección, todo en esta cinta, – ¡todo! -, está mal hecho; no existe algo que se haya hecho con calidad en esta cinta. Ojo: no digo que el mensaje de la película esté bien o mal, ya saben, cada quien con sus creencias, pero lo que sí es digno de ese humor involuntario del que hablamos es toda la producción de esta “película” [sic]. Por favor, dense la oportunidad de ver La Santa Muerte de Paco del Toro para que entiendan de qué les estoy hablando.

3.- El Cavernícola: nadie puede negar la enorme fama que alcanzaron The Beatles en el siglo pasado, siendo reconocida, por muchísimos críticos y por el público en general como la mejor banda de rock de la historia. Es común que, ante tales niveles de popularidad, la Industria Cultural busque sacar el mayor provecho de esos momentos, comercializando toda una serie de productos que van desde loncheras hasta cajas de cereales, pasando, por supuesto, por la industria cinematográfica. Todo este preámbulo es para introducirlos a la película de 1981 protagonizada por Ringo Starr, en la cual interpreta al cavernícola llamado Atouk. Los efectos especiales son terribles, las actuaciones son pésimas, el guion está mal escrito, e incluso la cinta se siente lenta y cansada, y, sin embargo, para todo fan respetable de Los Beatles, esta es una parada obligada. Aún si no son fanáticos del Cuarteto de Liverpool, El Cavernícola es una cinta que puede llegar a entretenerlos y hacer que se rían un rato.

4.- Cable Guy: la primera referencia que tengo de esta película es – como muchas otras cosas en mi vida – un episodio de Los Simpson, en el cual, la familia norteamericana entra a un restaurante tipo Planet Hollywood en el que varios objetos pertenecientes al mundo de la farándula son expuestos en las paredes. Lisa observa el “espantoso guion de Cable Guy”, y Homero termina destruyéndolo con furia debido a que “casi arruina la carrera de Jim Carrey”. Años después tuve la oportunidad de ver la cinta en cuestión, y déjenme les digo lo siguiente: si son puristas del cine, o si consideran que la cinematografía debe ser profunda y debe suscitar reflexiones o debates intelectuales, no se acerquen a Cable Guy. Por mi parte, es una de mis cintas favoritas, y más allá de esas consideraciones puristas a las que hago referencia, sólo hacer falta ver el casting de la obra para que se hagan una idea de la “obra maestra” de la que les hablo: Ben Stiller, Leslie Mann, Bob Odenkirk, Jack Black, Owen Wilson, Matthew Broderick y, por supuesto, Jim Carrey. Más allá del súper elenco que la cinta contiene, Cable Guy no es un humor para todos, por lo que la cinta se resume en una de esas obras que se aman, o se odian.

5.- Hostel III: a muchas personas no les agradó la primera parte de esta saga producida por Quentin Tarantino y dirigida por Eli Roth; la segunda entrega fue todavía más criticada, y llegando a esta última parte, tanto la crítica como el público estuvieron de acuerdo en que se trataba de una porquería. Hay que decir que para esta tercera entrega ni Tarantino ni Roth participaron en la cinta, y eso explica el por qué de la bajísima calidad del filme, sin embargo, a pesar de lo mala que es, Hostel III es una película que puede sacarnos varias carcajadas. Si usted es fan de ver algunas tripas, sangre y escenas sexuales mezcladas con algo de violencia, quizá Hostel III sea una buena opción para una tarde de domingo.

Y así llegamos al final de esta infame lista. ¿Conocían alguna de estas cintas? ¿Estarían de acuerdo en que son tan malas que terminan siendo buenas? ¿Qué otras películas incluirían ustedes en esta lista? Déjenme sus comentarios para poder seguir ampliando la selección de estas terribles (quizá no tan terribles) obras cinematográficas.

Otros temas que te pueden interesar…

5 películas incomprensibles que debes ver

Como buen amante del cine que me considero ser, me he topado más de una vez con ciertas películas que resultaron ser un bocado un poquito más difícil de digerir que otros, y sé que, para ti que eres amante del denominado “séptimo arte” también te pasó alguna vez. Por eso, hoy te quiero compartir…

5 soundtracks que no puedes dejar de escuchar…

La música es una parte importante para el llamado “séptimo arte”: ¿podrían ustedes imaginarse Star Wars o Tiburón sin sus características bandas sonoras? Definitivamente no. Por lo que decidí dejarles cinco recomendaciones de algunos de los soundtracks que más influyeron en mí, o que con el paso de los años se han convertido en mis favoritos. Luego entonces, y sin más que añadir, aquí les dejo cinco soundtracks que, incluso si no han visto los filmes a los que pertenecen, estoy seguro que les encantarán:

1.- Pulp Fiction de Quentin Tarantino: sí, lo sé, muchos de ustedes me criticaran por recurrir a este lugar común, pero no podía dejar de encabezar la presente lista con el soundtrack de la obra más conocida (y muy probablemente, la obra maestra) de Quentin Tarantino. Digo que se trata de un lugar común porque prácticamente en cualquier lista de este tipo el soundtrack de Tiempos violentos estará incluido. Desde la primera canción que incluye el famoso diálogo de: “I love you, Honey Bunny” acompañado de la obra ya clásica de Dick Dale and The Deltones, Misirlou, hasta esa última pieza con la que concluye la cinta, Surf Rider, en la que podemos ver a John Travolta y a Samuel L. Jackson en pantalones cortos y playeras deslavadas salir de un restaurante, pasando por la escena que ya se consagró como una de las más icónicas del cine norteamericano del siglo XX en la que Travolta y Uma Thurman bailan al ritmo de Chuck Berry, se trata de un soundtrack que ayudó a que esta cinta se volviera un filme de culto. Existen muchos otros momentos gloriosos que no serían iguales sin la música que los acompaña: Girl, You’ll Be a Woman Soon o Let’s Stay Together son sólo dos ejemplos más por mencionar. “La cereza del pastel” en este soundtrack es la inclusión del pasaje bíblico que Jules Winfield, personaje interpretado por Jackson, vocifera cada que va a asesinar a uno de sus objetivos: Ezekiel 25-17. Como mención honorífica, recomiendo también el soundtrack de Jackie Brown; recuerdo haberme enamorado perdidamente de Pam Grier gracias a esa última escena en close-up de su rostro, en la que canta con nostalgia Across 110th Street de Bobby Womack; simplemente, cautivante.

2.- A Clockwork Orange de Stanley Kubrick: sin duda alguna, mi película favorita, y en gran medida se debe al soundtrack. Todo el que haya visto una cinta de Stanley Kubrick sabe que el director sabía hacer muy bien su trabajo a la hora de elegir la música que acompañaría al filme – ¿cómo olvidar Midnight, The Stars And You de Al Bowly al final de The Shining o el “Vals. No. 2” de Shostakovich en Ojos bien cerrados? – y Naranja Mecánica no es la excepción. El soundtrack cuenta con la extraordinaria participación de Walter Carlos (que ya para ese entonces había hecho la transición al género femenino como Wendy Carlos), quien no deja de sumergirnos en una atmosfera inquietante con Beethoviana, entre otras composiciones. La música de Beethoven es la piedra angular de lo sonoro, y es sencillamente deliciosa la manera en que Kubrick trabaja al compositor alemán. Por otro lado, la pieza interpretada por Gene Kelly, Singin’ In The Rain es muestra clara de cómo es que, en las manos de dos genios de la talla de Malcolm McDowell y Stanley Kubrick, la obra más melosa puede tornarse nauseabunda. Cuando McDowell comienza a improvisar dicha pieza en la escena de violación, Kubrick supo que esa canción sería el non plus ultra para el soundtrack  de su película, tanto así que mandó inmediatamente a conseguir los derechos de la pieza. Posteriormente, el propio Gene Kelly conoció a McDowell en una fiesta, y al ver al actor que interpretó a Alexander DeLarge, se volteó sin saludarlo haciendo una mueca de asco y desprecio; símbolo de un trabajo bien hecho en la pantalla por McDowell, ¿no creen?

3.- South Park: Bigger, Longer & Uncut de Trey Parker y Matt Stone: desde que tenía once años y me escondía de mis papás para ver esta serie, no he dejado de ser un gran fan de South Park. Recuerdo que por esos años, mi hermano y yo nos las ingeniamos para poder rentar Bigger, Longer & Uncut, y la adquisición clandestina valió toda la adrenalina que tuvimos que pasar. Todas y cada una de las canciones son para destornillarse de la risa, y en términos musicales, Matt Stone y Trey Parker demostraron tener lo necesario, tanto así que incluso el tema de Blame Canada les valió la nominación al Óscar por “Mejor canción original”, entre otros premios que dicho soundtrack recibió. Todo lo políticamente incorrecto, obsceno y escatológico que ha sido South Park queda perfectamente reflejado en las canciones que conforman el soundtrack de este filme. Nunca he sido fan de las películas musicales, pero South Park: Bigger, Longer & Uncut es una de mis películas de cabecera y uno de los soundtracks que cada que tengo la oportunidad escucho de principio a fin.

4.- Le Fabuleux Destin d’Amèlie Poulain: sí, lo siento, otro lugar común en esta lista, pero es que no podía dejar de lado la que, considero, se trata de la obra maestra de Yann Tiersen. El compositor francés hizo gala de su talento al escribir una obra tan sólida como lo es la música de Amelie. En lo personal, me recuerda al trabajo de su compatriota Erik Satie: Pianos nostálgicos, apenas perceptibles, que con apenas haber tocado el oído del espectador, mueven los cimientos sentimentales más profundos. El soundtrack también incluye Guilty, otra vez de Al Bowlly, y Si tu n’ètais pas là de Marguerite Boulch, dos piezas que, fácilmente, nos transportan a Montmartre, mientras nos imaginamos fumando tabaco, tomando café y discutiendo la película más nueva de Godard o La Nausea de Sartré.

5.- The Pianist de Roman Polanski: recuerdo que la primera vez que vi El Pianista, más allá de la historia, las actuaciones, o cualquier otro aspecto de la película, lo que realmente me atrapó fue la música, y es que varias de las piezas que conforman este soundtrack son de la autoría de Chopin, uno de mis compositores favoritos. Escuchar cualquiera de sus “nocturnos” es una de mis cosas preferidas en la vida, y son varias de sus composiciones las que le dan vida y sentimiento a la presente cinta de Polanski. Recomiendo escuchar a todo volumen (literalmente a todo volumen, es decir, a lo más que dé el dispositivo donde la escuchen) la “Gran Polonesa” en la versión que incluye este soundtrack y con la que concluye el filme; les aseguro que no se arrepentirán.

Como es usual, me quedo corto con la lista, deseando poder hablar de muchísimos otros soundtracks. ¿Qué les parece si, en sus comentarios, continuamos esta conversación con algunas de sus bandas sonoras predilectas?

Se me antoja la siguiente frase de Nietzsche para concluir por esta semana: “La vida sin música, sería un error”. Probablemente el cine también lo sería.

Otros temas que te pueden interesar…

9 Discos de Punk en Español que Debes Escuchar

El punk ha sido uno de mis géneros musicales favoritos de toda la vida. Comencé escuchando a The Ramones y a los Sex Pistols cuando tenía catorce años, y desde entonces mi repertorio ha aumentado, desde bandas consagradas y mundialmente conocidas como The Misfits, Dead Kennedys o Bad Religion, hasta proyectos más underground e independientes…

Conociendo a Javier Corcobado

En la licenciatura en Filosofía, uno de los mejores amigos que tuve fue Rodolfo. Él era un gran fanático de un cantautor y escritor español llamado Javier Corcobado; alguna vez en mi adolescencia había escuchado ese nombre, pero nada más allá de eso. Fue Rodolfo quien me introdujo a la enigmática música de este nuevo…