Uno de los discos favoritos de Kurt Cobain era el Burning Farm de la banda de punk japonesa Shonen Knife. Así fue como yo me enteré de la existencia de esa agrupación y, siendo Nirvana una de mis bandas favoritas, me di a la tarea de buscar el álbum en cuestión. Burning Farm, grabado en 1983, es la muestra clara del por qué uno de los músicos más importantes del siglo XX tenía a esta banda como una de sus predilectas. Conformada, en principio, por Naoko Yamano, Michi Nakatani y Atsuko Yamano, Shonen Knife se ha convertido en una de mis agrupaciones favoritas. Para todos los que somos fans del punk neoyorquino al más puro estilo de The Ramones, Burning Farm es toda una delicia (de hecho, el conjunto originario de Osaka fue telonero de la icónica banda de Nueva York). También hay que comentar la enorme influencia que The Ramones tuvieron en estas punks del lejano oriente, muestra de ello es que en Burning Farm podemos encontrar el cover de I Wanna Be Sedated.
Con la estructura básica de tres o cuatro acordes en la guitarra, un bajo que replica la línea rítmica y una batería que rompe la tarola, el disco se siente como toda una joya. La grabación se disfruta de principio a fin y, como todo buen disco de punk, por momentos se desea que pudiese durar un poco más de esos treinta minutos. Sin lugar a dudas, las japonesas cuentan con una extensa discografía, ya que, con algunos cambios en su alineación, ellas siguen tocando y grabando discos hasta el día en que escribo esta entrada. Una discografía que tiene sus altibajos, sin embargo, Burning Farm sigue brillando hasta hoy como uno de los mejores discos de la historia del punk. Sólo hace falta escuchar Twist Barbie, el sencillo que se desprendió de la grabación, para comprobar lo anteriormente dicho.
Así que, si aun no conoces a esta banda japonesa, es momento de sentarse y disfrutar de este álbum debut que disfrutarás como pocos.
Como buen amante del cine que me considero ser, me he topado más de una vez con ciertas películas que resultaron ser un bocado un poquito más difícil de digerir que otros, y sé que, para ti que eres amante del denominado “séptimo arte” también te pasó alguna vez. Por eso, hoy te quiero compartir…
Los que siguen a su querido servidor desde hace tiempo, sabrán que soy un gran fanático de las series animadas y, de vez en cuando, llega una tan innovadora como irreverente e inteligente. Ese es el caso de Smiling Friends. Transmitida por primera vez en el año 2022 a través de Adult Swim, Smiling Friends…
Uno de los discos favoritos de Kurt Cobain era el Burning Farm de la banda de punk japonesa Shonen Knife. Así fue como yo me enteré de la existencia de esa agrupación y, siendo Nirvana una de mis bandas favoritas, me di a la tarea de buscar el álbum en cuestión. Burning Farm, grabado en…
El punk ha sido uno de mis géneros musicales favoritos de toda la vida. Comencé escuchando a The Ramones y a los Sex Pistols cuando tenía catorce años, y desde entonces mi repertorio ha aumentado, desde bandas consagradas y mundialmente conocidas como The Misfits, Dead Kennedys o Bad Religion, hasta proyectos más underground e independientes o que fusionan otros géneros, como Tiger Army o Mad Sin. Dentro de toda la música punk que me gusta escuchar, pensé que sería bueno darle su lugar al género en su variante hispanoparlante, por lo que hoy les quiero compartir nueve discos de punk en español. Como siempre, esta es una selección personal, en ningún momento estoy diciendo que sean los mejores nueve discos de punk en español ni tampoco los más importantes, son sólo los que yo considero (sin ningún orden de importancia) que podrían resultarles interesantes de escuchar a algunos de ustedes.
1.- El cielo puede esperar de Ataque 77: el segundo disco de la emblemática banda argentina grabado en 1990. Desde los primeros acordes queda clara la influencia de bandas como The Ramones en este álbum. Con letras que van desde la protesta social hasta temas que abordan la introspección sentimental, El cielo puede esperar es un disco sólido y puro de buen punk rock. Mi pieza personal favorita es Vuelve a casa, con su letra y ritmos nostálgicos que nos atrapan desde los primeros instantes y nos hacen cantar el coro a todo pulmón.
2.- En la línea del frente de The Casualties: este álbum de la banda norteamericana The Casualties está lleno de furia e ira callejera; no hay un solo minuto en que esta grabación no esté rompiendo todos y cada uno de los malditos circuitos de nuestros audiófonos. Con una clara tendencia ideológica hacia los movimientos obreros y proletariados, En la línea del frente, grabado en 2005, es una muestra magistral de hardcore punk. Mi favorita, desde la prepa y hasta hoy, es la icónica Botas, con su mensaje claro, directo y popular.
3.- Perimetro 44 de Juanones: originarios de Zacatecas, México, Juanones regresan al punk rock más básico, en el mejor sentido de la palabra: ritmos rápidos compuestos por máximo cuatro acordes, letras sucias e irreverentes acompañadas sólo por una guitarra y una voz que ha abandonado cualquier tipo de pretensión. Creo que existen mejores discos de los Juanones que Perimetro 44, pero es que es en este donde se encuentra mi pieza favorita de la agrupación mexicana, Bonita, una melodía triste y melancólica en el estilo que sólo el punk rock mejor trabajado nos puede brindar.
4.- Música rebelde de Rebel’d Punk: banda icónica y una de las más representativas del punk mexicano. Originarios de la colonia San Felipe de Jesús ubicada en el norte de la Ciudad de México (mejor conocida como “La Sanfe”, para la banda), este álbum combina momentos de punk rock clásico y hardcore punk. Grabado por primera ocasión en 1979, el Rebel’d Punk demuestra el cómo y el por qué tienen un lugar privilegiado en el salón de la fama del punk mexicano.
5.- A la mierda de Seguimos Perdiendo: una de mis bandas favoritas, no sólo de punk sino en general. El título de mi novela estuvo inspirado por el disco y la canción de esta banda mexicana: Puta vida. Todos sus discos me gustan muchísimo, pero para esta lista decidí poner A la mierda, ya que, me parece, es el que mejor refleja el espíritu de la banda: nihilismo, indiferencia, alcohol y tabaco, tardes cheleando en el Chopo, chicas, corazones rotos y, como lo dice el propio título del disco, esas ganas de mandar todo a la mierda.
6.- Bailaré sobre tu tumba de Siniestro total: banda de origen gallego formada en 1981 que se supo ganar un lugar imprescindible dentro de la historia del punk rock en español. Este es un discazo que nos recuerda alas bandas pioneras del género en Nueva York, con letras llenas de humor negro y sátira política. Canciones rápidas, guitarras bien distorsionadas y coros frenéticos que no paran durante los cuarenta minutos que dura el álbum grabado en el año de 1985.
7.- La venganza de Punk Ramón de La venganza de Punk Ramón: otra banda que, desde los primeros segundos de la grabación nos recuerda a ese punk rock con el que crecimos todos los fanáticos de The Ramones. Con un concepto fresco, divertido y original, La venganza de Punk Ramón, grabado en el año 2006, es una parada obligada para todos los amantes del punk rock que vio la luz en la década de los 70’s.
8.- La gran estafa de Vómito nuclear: banda mexicana creada en 1989 y que con el paso de los años se consolidó como uno de los mayores exponentes del género en el país. La gran estafa comienza con mil kilowatts de potencia, con esa rolita que dice una y otra vez que “todos somos punk”. Disco lleno de letras contestarias como “que muera la puta constitución”. Nada más que decir, pura energía en la música y las letras de esta grabación.
9.- Volvió la alegría, vieja! de 2 minutos: una de las bandas más importantes para el rock y el punk argentino. Grabado en 1995, este álbum ha sido un referente para la música punk en todo el continente americano y que ha traspasado líneas temporales y geográficas. Durando apenas 24 minutos, Volvió la alegría, vieja! es una celebración a la música, en particular a ese género de guitarras y baterías veloces que tanto amamos.
Mientras escribo esta entrada, me han dado ganas de hacer una lista con mis diez discos favoritos de punk, déjame en los comentarios si te gustaría que la hiciera. También puedes dejarme tu lista personal tanto de discos de punk en español como en general.
El Pixel Art es una forma de creación de gráficos digitales en los que, como indica su nombre, los dibujos se hacen con base en el modelado de los pixeles, siendo estos la unidad mínima para la imagen digital. En el año 2017 vio la luz uno de los videojuegos con este tipo de arte…
El punk ha sido uno de mis géneros musicales favoritos de toda la vida. Comencé escuchando a The Ramones y a los Sex Pistols cuando tenía catorce años, y desde entonces mi repertorio ha aumentado, desde bandas consagradas y mundialmente conocidas como The Misfits, Dead Kennedys o Bad Religion, hasta proyectos más underground e independientes…
En la licenciatura en Filosofía, uno de los mejores amigos que tuve fue Rodolfo. Él era un gran fanático de un cantautor y escritor español llamado Javier Corcobado; alguna vez en mi adolescencia había escuchado ese nombre, pero nada más allá de eso. Fue Rodolfo quien me introdujo a la enigmática música de este nuevo…
En la licenciatura en Filosofía, uno de los mejores amigos que tuve fue Rodolfo. Él era un gran fanático de un cantautor y escritor español llamado Javier Corcobado; alguna vez en mi adolescencia había escuchado ese nombre, pero nada más allá de eso. Fue Rodolfo quien me introdujo a la enigmática música de este nuevo personaje en mi vida, y hasta la fecha, sigue siendo uno de mis interpretes predilectos – de hecho, una enorme parte de Puta vida está marcada por la influencia de Corcobado y varios pasajes que viví en esa época de la licenciatura junto a Rodolfo y otros compañeros más de la carrera –.
El 2 de junio del 2023 Javier Corcobado se presentó en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México, y si bien yo ya había asistido a una de sus presentaciones en algún Vive Latino, el concierto del 2023 me dejó con ganas de compartirles mi gusto por la música de este referente de la cultura underground, tanto en México como en España. Te dejo ahora con diez de mis canciones favoritas de Javier Corcobado.
1.- Desde tu herida: con ritmos lentos y una letra desoladora, esta canción perteneciente al álbum Agrio beso nos sumerge en su cadencia desesperanzadora. Esta es una de esas canciones que cada que escucho se queda en mi cabeza todo el día, por lo que me la paso repitiendo una y otra vez en mi cabeza: “una gota de miel viene desde tu herida hacia mi boca…”.
2.- Paroles: esta es una canción italiana escrita en 1972, interpretada originalmente por Mina y Alberto Lupo, se convirtió en un éxito a nivel mundial; posteriormente Dalida y Alain Delon la grabaron en francés, y hasta la fecha es una canción que se sigue escuchando en todo el mundo traducida desde el alemán hasta el griego. Corcobado la graba en 1995 junto a los Chatarreros de Sangre y Cielo, y la profundidad de su voz, cantando un francés lúgubre y lento es toda una delicia.
3.- Somos: este es un bolero escrito por Mario Clavell y que ha sido interpretado por músicos de renombre, desde Rodrigo de la Cadena hasta Los Panchos. Perteneciente al primer volumen de Boleros enfermos de amor, nos adentramos de nueva cuenta en una atmosfera asfixiante y llena de melancolía, en la que la guía por este desencuentro amoroso entre una pareja que finalmente se separa, será la casi apagada voz de Corcobado.
4.- Carta al cielo: esta canción fue la que volvió famoso a Javier Corcobado en nuestro país; hasta la fecha sigue siendo una de sus obras más conocidas en México y, como ya dije, fue por la que buena parte de los que escuchamos a Corcobado de este lado del mundo lo conocimos. La primera vez que la escuché, lo que llamó fuertemente mi atención fue la muestra de las habilidades poéticas del cantautor español, frases como “miles de ángeles ya murieron por beber besos de luna llena” me han transportado a lugares llenos de anhelo y melancolía una y otra vez, y el coro que se lamenta gritando “nadie me besará cuando me muera”.
5.- Gitanita: dejando de lado las composiciones más oscuras o sombrías de Corcobado, Gitanita aparece como una pieza dulce y tierna que comienza con unas guitarras que van tomando al escucha de la mano para transportarlo a un mundo lleno de poesía y nostalgia. Recuerdo mucho a mi buen amigo Emilio, fumando un cigarro, completamente absorto en esta canción, sólo para, al final, dejar caer una lagrima por su mejilla.
6.- Pequeña muerte: y regresando a lo sombrío, Pequeña muerte es la siguiente parada en nuestro recorrido musical por la obra de Corcobado. Abrumadora y opresiva en extremo, esta canción alcanza las cimas más borrascosas del pesimismo. No ha dejado de angustiarme e incomodarme desde la primera vez que pude escucharla, y hasta el día de hoy, sigue siendo una de esas canciones que me llevan a los lugares más bajos de mis estados anímicos.
7.- Secuestraré al amor: para mí, este es uno de los puntos musicales más altos de Javier Corcobado. Es una melodía sencilla pero cuya fortaleza reside en la letra. No puedo decir mucho más sobre esta pieza, mi recomendación es escucharla y dejarse perder en ella, en aquellas frases de ensueño acompañadas de una instrumentación onírica.
8.- La navaja automática de tu voz: una de las primeras piezas de Corcobado grabada en el ya lejano 1991. Aquí se puede apreciar toda la ira y la fuerza de la voz del cantante español, mezclada con unas infames guitarras y unas líricas que nos dan muestra de la parte más violenta y desgarradora de la vida amorosa. Una canción que es bastante complicada de clasificar, ya que contiene algunos elementos de punk, bolero y noise; estridencia pura y deliciosa.
9.- Caballitos de anís: son innumerables las veces que Rodolfo puso esta canción y, con botella o vaso en mano, comenzaba un frenesí que se mantenía in crescendotal y como marcaban los compases de la composición. El estribillo nos acompaña a lo largo de toda la canción, sólo para, al final, estallar con esa mezcla frenética de instrumentos que nos obliga a movernos en ese mismo torbellino que la canción fue construyendo desde los primeros acordes.
10.- Coches de choque: una de las piezas sui generis de Corcobado. ¿En qué género musical podríamos incluirla? Esa parece ser una pregunta sin respuesta, de lo único que se trata al escucharla es de dejarnos llevar por aquellas guitarras, una eléctrica llena de wah-wah y la otra acústica que nos deja sentir todo el poder del acero de sus cuerdas, y en donde ambas se combinan en una canción tan única como su nombre.
Son muchas más las canciones que habría querido recomendar, pero intenté mencionar por lo menos una de cada uno de mis discos predilectos, sin embargo, existen álbumes como los dos volúmenes de Boleros enfermos de amor que podría haber mencionado en su totalidad. También intenté no mencionar demasiados covers, aunque creo que realizar nuevas versiones de canciones clásicas es una de las virtudes de Corcobado, por lo que, como mención honorífica, aquí les dejo algunos de mis favoritos, mencionando al interprete original más reconocido y el disco en el que pueden escuchar la versión del cantante español:
Amarga Navidad: José Alfredo Jiménez, Boleros enfermos de amor volumen 1
Sombras: Javier Solís, Boleros enfermos de amor volumen 2
Apelo: Baden Powell y Vinícius de Moraes, Corcobator
Ella Ya Me Olvidó, Yo La Recuerdo Ahora: Leonardo Favio, Fotografiando al corazón
El Rey: José Alfredo Jiménez, Tributo a José Alfredo Jiménez
The Shadow Of Your Smile: Astrud Gilberto, Luna que se quiebra sobre la tiniebla de mi soledad
Le Poinçonneur Des Lilas: Serge Gainsbourg, Luna que se quiebra sobre la tiniebla de mi soledad
Noche de ronda: Agustín Lara, Luna que se quiebra sobre la tiniebla de mi soledad
Corcovado: Antônio Carlos Jobim, Tormenta de tormento
Y bueno, si quieren explorar más sobre los efectos que la música de Corcobado ha tenido en mi vida y cómo los he reflejado en las letras, no dejen de leer Puta vida, ya que ahí es donde exploro con mayor profundidad algunos de los pasajes en los que la música de este escritor me ha acompañado por más de dos décadas.
“Una obra de arte de la animación que llegó en un mal momento a un mal lugar”, así describiría yo a Invasor Zim, serie creada por el controversial animador de cómics norteamericano Jhonen Vasquez que narraba las desventuras de un alienígena llamado Zim, cuyo objetivo era conquistar el planeta Tierra, pero quien era lo suficientemente…
El 23 de octubre del año en curso, Catalina entró a su baño y percibió un terrible olor, tan nauseabundo y asqueroso que en esos momentos comenzó a vomitar. La bilis que salía de sus intestinos volvió todavía peor la repugnante escena, sin embargo, pensó que se trataría de una anomalía ocasional. Hoy por la…
Dejen les cuento algo: los hombres cuando nos reunimos a beber hablamos de nuestros sentimientos, nos consolamos entre nosotros cuando las cosas se ven difíciles de sortear (lo que es casi siempre), lloramos y nos ofrecemos mutuamente el hombro para continuar llorando, escuchamos las penurias de los otros mientras las cajetillas de cigarro y las…
Dejen les cuento algo: los hombres cuando nos reunimos a beber hablamos de nuestros sentimientos, nos consolamos entre nosotros cuando las cosas se ven difíciles de sortear (lo que es casi siempre), lloramos y nos ofrecemos mutuamente el hombro para continuar llorando, escuchamos las penurias de los otros mientras las cajetillas de cigarro y las botellas de vino se van extinguiendo. Se hablan tantas cosas tan falsas e injustas de la masculinidad hoy en día, pero por lo menos para mí, durante toda mi vida, beber con los camaradas ha sido así.
Hace ya muchos años, Emilio, colega filósofo y una de las personas que más me enseñó sobre la vida, ofrecía su departamento cada viernes, después de las clases en la universidad, para ir a beber alcohol y platicar mientras se escuchaba música. En cuanto abríamos la primera botella de ron, acompañados por ese retrato de Hegel colgado en las paredes y que terminaba por observarnos durante toda nuestra estadía en ese viejo departamento en la colonia Balbuena, la música comenzaba a sonar y no paraba hasta la madrugada del siguiente día.
Una noche, los dos con el corazón destrozado a causa de las mujeres, Emilio puso un disco de tangos que tenía en su colección, y todas esas canciones que hablaban sobre la muerte y el desamor, sobre el duelo y la melancolía, inundaron nuestros oídos una tras otra. Repentinamente, Emilio se levantó de su asiento, caminó hacia mí y me estiró la mano invitándome a acompañarlo en esa pieza. Yo le dije que no sabía bailar tango, y entonces se ofreció a enseñarme. Tomé su mano, y profundamente borrachos como nos encontrábamos, comenzó a dirigirme dándome las instrucciones pertinentes de cómo moverme al compás de esas melodías arrabaleras. Sólo estábamos él y yo en esa pequeñísima estancia, y mientras los tangos sonaban, él y yo, abrazados, bailamos durante varios minutos. ¡Te acordás hermano, qué tiempos aquellos! Los muchachos de antes no usaban gomina, eran otros hombres, más hombres los nuestros. ¿Dónde están los muchachos de entonces?
Al día que escribo estas líneas no he vuelto a bailar tango con nadie más, y esa noche todavía resuena en mi mente como uno de los recuerdos más preciosos que tengo, hombre con hombre, uno frente al otro, y cuando pienso en ese baile lo primero que viene a mi mente es un grito furioso que dice: ¡el tango es macho, el tango es fuerte, tiene olor a vida, tiene gusto a muerte!
La gata de piel de fuego y ojos tiernos ya no vive más, ahora sólo quedan los tenues rayos del sol que apenas iluminan mi estancia, la cual se ha quedado sin muebles, ni esperanza. Únicamente perdura el viejo tatami derruido, devorado por el paso del tiempo, ese tatami que antaño era motivo de orgullo…
Cuando se piensa en la “obra maestra del cine de terror” la mayoría del público contestará que ese lugar le corresponde a El Exorcista, dirigida por William Friedkin y basada en la novela escrita por William Peter Blatty, sin embargo, hace unos años surgió una pieza que alcanzó la grandeza en términos de guion, actuación,…
Me quedaba poco dinero en mis bolsillos, y con lo poco que tenía, decidí regalarle unos libros. Al entregárselos, me sonrío a medias con una mueca fría e hipócrita. Un año después volví a su departamento, y pude ver, en un rincón empolvado, los libros que le regalé todavía sin abrir, y ahí fue cuando…
Era diciembre del año 2011, y buscando recomendaciones discográficas en la red, llegó a mis manos The inside room de la banda 40 Watt Sun, y desde la primera vez que lo escuché, se clavó profundo en mi alma. La banda británica, perteneciente al subgénero del Doom Metal, había lanzado ese mismo año una pieza musical de altos vuelos. La temática principal del disco es la melancolía y la depresión, y es que, desde el nombre de la agrupación, podemos imaginarnos la tónica de su música: letras que hablan sobre la desesperanza, la soledad y el desamparo existencial. Haciendo referencia a la figura del “sol negro”, símbolo referente a los estados anímicos depresivos en el ser humano – tal y como lo maneja, magistralmente, Julia Kristeva en el libro que lleva ese título – el nombre de la banda nos sumerge en dichos estados psicológicos. Con ritmos lentos y pesados, The inside room no es un disco para cualquiera; la densidad de esta obra musical, con sus ambientes desgarradores y opresivos, ahogan a cualquiera que se atreve a acercársele.
El tema principal del disco es la introspección (de ahí el nombre que lleva) en la que viajamos a los espacios más oscuros y recónditos del alma humana. Para mí, ese disco me acompañó en todas aquellas tardes invernales en las que el sol se convierte en esa luz disminuida, siempre atravesada por el frío y por una noche que parece prolongarse más allá de lo habitual, aquellos días de invierno en los que la luz solar nos aparece más como una bombilla eléctrica a punto de desvanecerse.
Por esa época, tuve la oportunidad de visitar a mi hermano, quien se encontraba estudiando en la universidad de Lille, en el norte de Francia, y sin saberlo, el soundtrack perfecto para esos días en el continente europeo fue The inside room. Pasé varias semanas en ese ambiente sombrío y oscuro, con temperaturas debajo de los cero grados celsius, donde el sol es sólo un lejano recuerdo, y en el que viví en una continua oscuridad por varios días. Los paisajes de Brujas, Bruselas y Lovaina estuvieron marcados por el frío y por ese cielo en el que el viejo Dominus se esfuerza por sobrevivir.
Con apenas 5 canciones, este disco de 40 Watt Sun toma su lugar en mi discografía personal como una auténtica obra de arte.
Hoy, nos encontramos en la antesala de esos paisaje otoñales e invernales donde el sol se asemeja a esa bombilla a punto de apagarse que hemos mencionado, y, en consecuencia, creí que sería una buena oportunidad para hablarles de este disco. Si lo suyo es la música depresiva y melancólica, este es un disco que no pueden dejar de escuchar.
Era diciembre del año 2011, y buscando recomendaciones discográficas en la red, llegó a mis manos The inside room de la banda 40 Watt Sun, y desde la primera vez que lo escuché, se clavó profundo en mi alma. La banda británica, perteneciente al subgénero del Doom Metal, había lanzado ese mismo año una pieza…
“El verdadero novio de México”, “El divo de Neza”, estos son sólo algunos de los motes con los que se le conocía al gran Charlie Monttana, un representante imprescindible de la historia del rock en México. Para mí, personalmente, se trata del exponente más grande del rock en nuestro país, no sólo por su larga…
Llegué a la misma cantina de siempre y pedí la promoción usual: una cerveza y un mezcal. Mientras esperaba, un joven mesero no dejaba de verme, como si estuviera intentando encontrar algo en mi persona. Yo, con los ojos clavados en mi sucia mesa continúe esperando. De pronto, llegó el mesero de mirada intrigante y…
“El verdadero novio de México”, “El divo de Neza”, estos son sólo algunos de los motes con los que se le conocía al gran Charlie Monttana, un representante imprescindible de la historia del rock en México. Para mí, personalmente, se trata del exponente más grande del rock en nuestro país, no sólo por su larga trayectoria que comenzó con el grupo Vago en 1983 y posteriormente Mara, también porque Charlie Monttana representa la esencia de lo que el rock debe ser: una música rebelde, descafeinada, guarra, agresiva, contestaria y lo más importante, de la banda para la banda. Su influencia es innegable, y a pesar de que para muchos recatados sus líricas y su estilo resultan desdeñables, el gran Monttana, justo por eso, nos dejó toda una obra discográfica con una impronta indeleble y sui generis. Su música, que va desde el blues más sencillo, hasta piezas con instrumentación orquestal, se convirtió en un cúmulo de himnos para las pedas y en un retrato de todas aquellas historias de la ciudad. En la universidad, siempre le decía a mi compa Emilio, que “la vida es una canción de Charlie Monttana”.
El 28 de mayo del 2020, Charlie Monttana abandonaba este plano de la existencia, dejándonos un enorme repertorio musical, y ya era hora de que aquí, su humilde narrador, diera una lista de 20 canciones que sí, o sí, tienes que escuchar. Sin duda alguna faltarán muchísimas canciones en esta lista, por lo que intenté poner sólo mis favoritas.
1.- Es que te amo: hay canciones de amor que prometen el cielo y las estrellas, melodías rebuscadas que a veces rayan en lo cursi, pero muchos sabemos que el amor tiene que ver con los pequeños detalles, con lo cotidiano, esas acciones en las que, en el día a día, uno demuestra el cariño y la devoción al ser amado, y de eso habla esta canción. Comenzando con “tú no sabes lo que yo daría porque tus chanclas estuvieran siempre abajo de mi cama, y que tu cepillo dental y el mío vivieran juntos en un vaso vacío, en un rincón del lavabo”. Es que te amo continúa con las promesas de un joven enamorado a su pretendiente, insistiendo en que “iría contigo al tianguis, te lo juro, y aunque pesen mucho yo te prometo cargar las pinches bolsas del mandado”. Todos nos podemos identificar con aquella frase del coro que dice “te necesito como a un 10 en mi examen de matemáticas”; si eso no es amor, entonces yo ya no entiendo nada.
2.- Ojalá fuera un cuento: “nuestro amor era muy corto para ser un cuento, tampoco una novela, era horrible el final”; así comienza esta canción perteneciente al enorme Hotel Barcelona, y en ella se nos relata esa historia en la que todos (confirmen) hemos estado, esa relación de noviazgo que termina por ser, para decirlo, en una palabra, un completo “desmadre”: “tantas pinches mentiras que tus jefes no se tragan y me alegan que yo tengo la culpa”. Chale, chale y recontra-chale…
3.- Mi terrible soledad: les mentiría si les diera una frase aproximada de la cantidad de pedas en las que se cantó esta rolita a todo pulmón, ya sea porque yo era quien experimentaba mal de amores, o porque algún compa de la banda era quien sufría, como fuese, esta canción es un himno para los adoloridos, y que encuentra su clímax en ese “ay, ay, ay, ay amor” que hallamos en el estribillo. Uf, que sed tan horrible nada más de acordarse. Cantinero, deje la botella…
4.- Pinche vatito: un himno con toda la violencia que una canción de Heavy Metal requiere. En palabras de mi compa Nacho, Pinche vatito rompe con los límites de la chingonez. Una denuncia contra todos aquellos “rockeros” que en el fondo no son más que unos mamarrachos, y que por vestirse de cierta manera y escuchar a Mötley Crüe se sienten la última chela del estadio. Una voz aguardientosa que denuncia el malinchismo, y que le grita en su cara a todos esos pinches vatitos que” se están meando fuera de la bacinica”.
5.- Todas estas lágrimas: el Charlie también tenía su corazoncito, y es que, fuera de cualquier cotorreo, sus líricas alcanzan altos vuelos en ciertas composiciones. Todas estas lágrimas es de esas canciones que se escuchan con la playera que esa persona dejó en nuestra casa, y que, sin saberlo, ya nunca regresaría por ella. La cantidad de veces que apagué las luces y lloré de a poquito con esta canción…y es que, “si el cielo se mide con nubes, mi corazón con lágrimas”. Cantinero, deje esa otra botella también, por favor…
6.- Sola: siguiendo con esas canciones que calan en lo más hondo, Sola nos relata la vida trágica de una chica que se la vive “en esa chelería del Chopo, empapada de cerveza, y con la lengua como de corbata”. Ay, mis valedores, cuántas veces no me puse a escuchar esta canción con una cuba bien cargada mientras suspiraba recordando a la ingrata que me había dicho “ya no te quiero”. Cabe mencionar, también, la instrumentación soberbia de esta rola, muestra innegable de la calidad artística del Charlie.
7.- De que el amor apesta, apesta: composición de Charlie Monttana cuando aún pertenecía al legendario grupo Vago. De que el amor apesta, apesta es hoy por hoy, uno de los himnos de la banda por antonomasia. Y sí, todos fuimos ese morrillo que le gustaba pasarse de listo y que siempre decía que nunca se iba a enamorar, “pero llegó el día, llegó ese puto día, en que llegó la escuincla que nos desgració”, esa chavita guapa, de la que nos enamoramos como locos, y que, como a los 17, nos hizo creer en el amor; pero sí, nadie escarmienta en cabeza ajena como dicta la sabiduría popular y todos tuvimos que pasar ese trago amargo del desamor adolescente. Todo habitante de la capital que se haya subido al microbús, en algún momento tuvo que haber escuchado De que el amor apesta, apesta.
8.- No te mueras en mi casa: y recalcando el carácter cotidiano de las composiciones del maestro Monttana, No te mueras en mi casa es un testimonio de ello. Se trata de una canción en la que se nos narra la infausta travesía de una chica, la cual, después de una noche de tragos, llega tambaleándose a nuestra morada, pidiéndonos posada. La pregunta que se le lanza a la dama en cuestión es sustancial: ¿y tus putos amigos dónde están? Todo mientras intentamos que ella no desfallezca.
9.- Blues para trabajar: “cinco de la mañana, despierto y tomo un café. Estoy crudo y desvelado hoy. Me duele la cabeza, no quiero ir a trabajar, quiero una cerveza y en Acapulco estar”. Como te imaginarás, estimado lector, esta es una canción que nos narra el día a día de la clase trabajadora, ese tedio aplastante que llega después de, todas las mañanas, tomar el metro y el microbús para llegar a nuestros lugares de trabajo y poder tener un salario que, la mayoría de las veces, terminamos por estirar para llegar a la siguiente quincena.
10.- Bájale de huevos: “la estupidez humana no pudo caer más bajo […] una cosa es lo bonito y otra la belleza”, esta es sólo una de las muchas sentencias filosóficas que hallamos en Bájale de huevos, composición que trata sobre todas aquellas personas que sienten que no se equivocan y que siempre tienen la razón, pero son esas mismas las que, precisamente, y debido a esa arrogancia, comprenden poco o nada de la vida. Finalmente, cuando por esa misma arrogancia nos enfrentan desde sus supuesta superioridad moral o intelectual, muchas veces, el último recurso que tenemos en nuestras manos es decirles “bájale de huevos”. Por cierto, esta es una de las canciones que más se disfruta cantar con toda la banda en la francachela.
11.- De tanto pensar en ti: melodía romántica, con unas percusiones y un saxofón que, fácilmente, podrían transportarnos a una habitación con luz tenue, cortinas moradas, una botella de vino rojo y velas, y la figura desnuda de esa persona especial a nuestro lado, rozando nuestra piel, mientras le decimos suavemente al oído “te amo”, para posteriormente escuchar esa respuesta que nos conmueve en todo nuestro ser, y que dice “yo también te amo”.
12.- Hotel: hay ocasiones en la vida en las que, un sucio cuarto de hotel, se convierte en el escenario idóneo para el amor. ¿Quién no recuerda una jornada completa en un hotel con esa persona especial? Tragos, cigarros, besos, películas y hacer el amor hasta perder la cuenta, un “hotel de romances y reventones, noches de amor, locura y rocanrol”. Nunca olvidaré ese cuarto 403, con toda tu ropa en el piso y tú bañada de sudor…
13.- Arre vaquera: si buscamos en el diccionario la definición de “guarro”, nos va a salir Arre vaquera de Charlie Monttana. Este rocanrolito con toques country nos pone a bailar de inmediato, mientras las letras nos llevan al momento de la “caricia”, de la “fechoría” entre dos enamorados que dan rienda suelta – nunca mejor dicho – a su pasión. En esta canción observamos la maestría con la que el buen Monttana hace uso de la metáfora; por sólo mencionar un ejemplo, en aquella sentencia que dice “dame un taquito, de tu canastita”.
14.- Entre la cruda: después de la fiesta, se debe pagar el precio por haber ingerido enormes cantidades de alcohol. Entre la cruda nos relata ese momento de arrepentimiento después de la jarra, un precio que muchos estamos dispuestos a pagar, porque como dice esta canción “no hay otra cosa que me ponga mejor, si no estoy cotorreando con la banda me aburro”.
15.- Empanízame la mojarra: un día, hace ya bastantes años, llegué a una fiesta y grité “¡pónganse Empanízame la mojarra!” a lo que los asistentes a la reunión soltaron una carcajada, ya que ninguno de ellos podía concebir que existiera una canción llamada de esa manera. Procedí a ponerla, y toda la banda comenzó a bailar. Así es, Empanízame la mojarra es una de esas canciones que, una vez que empieza a sonar, nadie puede resistirse a su encanto. Aquí encontramos el rocanrol en su estado más puro. Una composición de la que ni Mick Jagger o Keith Richards podrían prescindir en sus repertorios para la fiesta.
16.- Me vuelves loco: y hablando de los amores de adolescencia, Me vuelves loco es un rocanrol rápido y agresivo, pero que nos recuerda esos primeros amores, donde cada pequeño detalle, desde el lápiz labial, hasta el olor a chicle motita, nos volvían locos. ¡Ay, mija! No volverás a encontrar a otro que te vea como yo, ese jovencito de 16 años, lo hacía.
17.- Confesiones en el baño: “hacíamos el amor con espuma en la tina del baño”, así, de lleno, comienza esta canción, y es que es una composición que nos habla del paso del tiempo, de cómo un amor puro e inocente se fue perdiendo poco a poco, hasta que esa persona se vuelve irreconocible. Los años pasan, y le perdemos la pista a esa persona con la que compartíamos nuestra vida, preguntándonos qué habrá sido de ella, dónde estará, con quién, hasta que un buen día la volvemos a ver y caemos en cuenta que esa mujer que amábamos ya no existe, y ahora sólo contemplamos una sombra: “te vi llorando en la parada del camión, platicando con un vagabundo, tomando Tonayan. Ya no eres la chica linda que yo acariciaba en la tina”.
18.- Corazones rotos: una de las piezas más conocidas del repertorio del Divo de Neza. Corazones rotos es un rocanrolito que, de nueva cuenta, nos habla del desamor, y nos da algunas recomendaciones de cómo lidiar con la experiencia de tener el corazón dolido “hay que aprender a olvidar en la cantina, con los cuates, en la tocada y con la almohada también”. Esta era una de esas canciones que cuando sonaba en vivo no había nadie que se quedara quieto, sea el Lunario de la Cuidad de México, o algún predio abandonado en Tláhuac, el Charlie convertía en una fiesta multitudinaria cualquier espacio.
19.- La rubia: si pensamos en la historia del Glam Rock en nuestro país, difícilmente nos vienen bandas a la mente, pero con esta canción, compuesta durante la época de Mara, nos sumergimos de lleno en la escena Glam del México de los 80’s – sólo hace falta escuchar esos sintetizadores acompañados de la guitarra eléctrica –. Canción que nos relata el encuentro fortuito entre su protagonista y una rubia, con la que, sin dudarlo, se acepta su invitación para ir y bailar con ella.
20.- Me gusta tu chava: de la misma época de Mara, Me gusta tu chava nos regresa a esa sencillez del rocanrol en su máxima expresión. Como lo indica el título, la canción va sobre una confesión desagradable, en la que se le dice a uno de nuestros amigos que, a pesar de que hicimos todo lo posible para evitarlo, nos hemos enamorado de su pareja. ¿Qué hacer ante tal dilema? Lo único que queda es ser honestos con él y ella, y lanzar una súplica que dice “dame tu corazón, un momento de ilusión, quiero estar esta noche contigo”.
La mención honorífica va para, como se imaginaron, las rolas más célebres de Charlie, el Vaquero rocanrolero y Tu mamá no me quiere.
Podría seguir y seguir con la lista, pero es momento de terminar esta entrada con todas estas recomendaciones. Para mí, la música de Charlie Monttana es bien importante, ya que, como dije más arriba, para mí significa mi licenciatura en Filosofía, en Historia, amigos, parejas, encuentros y desencuentros, y muchas cosas más. Que sirva esta entrada como un tributo de mi parte al buen Charlie Monttana. Un abrazo hasta el cielo, Charlie.
Carlos César Sánchez Hernández (Charlie Monttana): 1961 – 2020
Verano del 2005: mi hermano y yo estábamos de vacaciones y en uno de esos días de descanso veíamos VH1; como parte de la programación, salió una película biográfica sobre el que se aseguraba, era uno de los artistas de rock más grandes de todos los tiempos: Meat Loaf. Nos quedamos viendo todo el documental…
Imaginé que, en una tarde de verano, mientras veía la televisión y fumaba un cigarro, alguien tocaba a mi puerta, mientras oía la lluvia caer. Imaginé cómo se formaba un rostro de incertidumbre y angustia en mi ser, e imaginé levantarme con zozobra y caminar para abrir. Imaginé ver tu rostro del otro lado…
Me amarás… Me amarás desde siempre y para siempre, desde la noche en que nuestros labios se juntaron en un beso que sabía a clandestinidad. Me amarás con cada mensaje y con cada fotografía, con cada sonrisa y con cada lágrima extraviada en lo fugaz. Me amarás en ese motel de mala muerte, en el…
Verano del 2005: mi hermano y yo estábamos de vacaciones y en uno de esos días de descanso veíamos VH1; como parte de la programación, salió una película biográfica sobre el que se aseguraba, era uno de los artistas de rock más grandes de todos los tiempos: Meat Loaf. Nos quedamos viendo todo el documental porque nos impactó, no sólo la música de ese regordete y carismático cantante, sino también toda su complicada historia: desde el abuso físico y emocional que sufrió por parte de su padre, hasta lo difícil que fue hacerse camino en la escena del rock debido a su sobrepeso. A continuación, comenzó un documental sobre la grabación del disco que ocasionó la escritura de esta entrada: Bat Out Of Hell, álbum en el que se mezclaron la genialidad de Jim Steinman (autor de algunas de las baladas más conocidas de la historia del rock, entre ellas Total Eclipse Of The Heart de Bonnie Tyler) y la poderosísima voz de Michael Lee Aday, mejor conocido como Meat Loaf, lo que se convertiría en lo que su humilde narrador ha llamado “el mejor disco de rock de toda la historia”.
Ya casi a finales de ese verano, mi hermano cumplía años el 2 de agosto, por lo que fui al Mix-Up (quizá muchos de ustedes ni siquiera sepan de qué les hablo) y compré el Bat Out Of Hell. Recuerdo habérselo entregado, y sin pensarlo, corrimos a la grabadora que estaba en un mueble al lado de la cama, y pusimos el recién comprado CD. A partir de ahí, no dejamos de escucharlo varias veces al día, impresionados por la calidad de la producción, la incomparable voz de Meat Loaf, las letras de Jim Steinman que caían ya en lo poético y en general, por todo el concepto del disco.
¿Cómo definir el Bat Out Of Hell? Es algo así como un Rock Ópera, que mezcla algo de balada muy al estilo de los 70’s, con algo de Glam Rock y Rock Clásico; no sé, el Bat Out Of Hell – cuyo título es una referencia a una comedia de Aristófanes – es una de esas obras inclasificables que sólo se pueden entender cuando se escuchan. Producido por Todd Rundgren y con la influencia musical de Richard Wagner, Bat Out Of Hell es, hoy por hoy, uno de los discos más vendidos de toda la historia del rock y uno de los más aclamados por el público y la crítica.
Desde la primera hasta la última canción, Bat Out Of Hell es una obra imprescindible para la discoteca de cualquier rockero o melómano. La canción que nos introduce a este infierno de pianos, tambores y guitarras, es una rapsodia de casi diez minutos que, desde sus primeras notas de piano y esa guitarra distorsionada que imita el sonido de una motocicleta proveniente de los círculos más profundos del infierno, nos da la bienvenida al festín sonoro que nos espera. You Took The Words Right Out Of My Mouth nos deja ver la afición de Steinman a los musicales, así como la formación actoral que Meat Loaf poseía, ya que, desde ese diálogo con el que comienza la melodía, nos introducimos en una historia de amor que tiene como telón de fondo una noche de verano. Seguimos con Heaven Can Wait, una balada conmovedora que nos lleva de la mano de la voz de Meat Loaf y el piano de Steinman. Continuamos con la divertida y alocada All Revved Up With No Place to Go, que nos mueve al ritmo de los saxofones que la acompañan. Después llegaremos a la canción que catapultó a esta obra maestra al conocimiento y adoración de las masas: Two Out Of Three Ain’t Bad, poderosísima balada en la que presenciamos el último diálogo de una pareja en plena ruptura: llena de emoción, llena de metáforas e imágenes dolorosas y conmovedoras, Two Out Of Three Aint’ Bad es, en mi humilde opinión, la mejor balada de rock que se ha escrito jamás. Paradise By The Dashboard Light es un ejemplo de cómo se debe escribir una obra maestra, no sólo en términos musicales y líricos, sino también conceptuales, ya que se trata de otra rapsodia en la que, acompañado de Ellen Foley (novia, en ese entonces, de Mick Jones, fundador de The Clash), se narra la noche en que dos adolescentes se preparan para perder su virginidad, y en la que tiene lugar un doble sentido en el que se combinan los torpes movimientos del puberto en cuestión y su enamorada y la narración de un juego de beisbol en la radio, todo para terminar con la forma en que ambos, ya en su vida adulta, recuerdan esa noche, diciendo uno de ellos: “juré que te amaría hasta el final de los tiempos, y como yo nunca he roto una promesa, ahora rezo por el fin de los tiempos, para terminar mi tiempo contigo”; si eso no es escribir, entonces no tengo idea de qué lo sea. El disco termina con For Crying Out Loud, y ya para este momento de la presente entrada no tengo más que añadir para compartirles lo que pienso de esta obra maestra de la historia del rock and roll.
Y así, podría dedicarle una entrada completa a cada una de las canciones que conforman el disco. Más adelante, mi hermano y yo seguimos escuchando a Meat Loaf, tanto en las subsecuentes entregas del Bat Out Of Hell, como en otras piezas grabadas por Meat Loaf sin Jim Steinman, y finalmente, lo pudimos ver en concierto el 24 de junio del 2012. No puedo dejar de mencionar en esta entrada las participaciones cinematográficas de Meat Loaf en la película de Tenacious DThe Pick Of Destiny junto a Ronnie JamesDio, Jack Black y Kyle Gass, o su participación como Eddie en The Rocky Horror Picture Show junto a Tim Curry y Susan Sarandon.
En el momento en que escribo estas letras, ya no se encuentran en este mundo ni Jim Steinman, ni Meat Loaf, ni mi hermano, pero hace ya mucho que aprendí a honrar a mis muertos, por eso es que cada 2 de agosto me siento y escucho completo el Bat Out Of Hell, como si estuviera con mi amado hermano, recordando la infinidad de veces que nos acabamos una botella entera de Capitán Morgan mientras escuchábamos al álbum entero emocionándonos con cada acorde, como si se tratara de la primera vez que lo poníamos. Por eso es que, para mí, Bat Out Of Hell es el mejor disco de la historia, no sólo por la calidad intrínseca al álbum en todos los aspectos, sino también porque era nuestro disco favorito, y gracias a él, puedo estar con mi hermano las veces que quiera con sólo ponerle “play” a esta maravilla de composición musical. El disco sólo tiene un problema, decíamos mi hermano y yo: “se acaba”, y por eso, una vez que sonaban los últimos sonidos del Bat Out Of Hell, lo volvíamos a poner.
Han pasado ya algunos años desde que, por motivos de la expansión del COVID-19 a nivel mundial y de forma acelerada, tuvimos que resguardarnos en nuestros hogares. Fue en ese entonces, y debido a dicha situación, que muchos de nosotros encontramos una buena manera de pasar el tiempo descubriendo series y películas en diversos medios…
A lo largo de los años en los que me he considerado “cinéfilo” (empecé a ver películas sin para a los quince años) he visto varios filmes que se han considerado, tanto por la crítica como por la audiencia, como algunos de los más extremos y violentos: Irreversible de Gaspar Noé; Martyrs de Pascal Laugier;…
Semana Santa para mí siempre ha significado un tiempo de descanso y reflexión, pero también, y no recuerdo muy bien cuándo ni cómo, es una semana en la que me dedico a ver mucho cine de terror. Dicho esto, hoy quiero venir a recomendarles una cinta para que, si gustan pasar una noche inquieta, sintonicen…
Adult Swim nos ha regalado varias joyas de la animación para adultos con el paso de los años; quizá la más famosa en la actualidad sea Rick and Morty, pero esto no significa de lejos que sea la única. Hoy les vengo a hablar de Metalocalypse, animación producida por Adult Swim y emitida por primera vez en el año 2006. La serie nos narra las aventuras y desventuras de Dethklok, banda ficticia de Death Metal conformada por Nathan Explosion, William Murderface, Pickles, Skwisgaar Skwigelf y Toki Wartooth. En el universo de la serie, Dethklok es la banda más famosa e importante del mundo, representando, de hecho, la duodécima economía a nivel mundial, por lo que cada disco de Dethklok significa la reactivación de toda la economía global, y de igual manera, cada tropiezo que la banda tiene a lo largo de la serie puede llegar a significar crisis económicas globales o incluso connatos de conflictos bélicos internacionales. Desde aquí podemos notar algo de la tónica absurda y exagerada de la animación, pero no se dejen engañar, Metalocalypse contiene un humor ácido y políticamente incorrecto que termina por ser una sátira de toda la industria discográfica, así como de los gobiernos mundiales y, claro está, de las masas enajenadas bajo el modo de producción capitalista. Así como lo digo, Metalocalypse es un documento de análisis y reflexión sobre los tiempos modernos.
La serie fue un rotundo éxito en su momento, y a pesar de que Dethklok es una banda ficticia, llegó a ser patrocinada por marcas como Gibson. Por otro lado, y como es de esperarse, la serie está llena de música compuesta por la misma banda, y así como en el mundo de la animación, los discos que se grabaron y salieron al mercado resultaron ser todo un fenómeno de ventas; tanto fue así que The Dethalbum vendió 33, 741 copias sólo en la primera semana de lanzamiento, ¡convirtiéndose en el disco de Death Metal más vendido de la historia!
La música de Dethklok es una mezcla de letras irrisorias y en momentos ridículas, como por ejemplo, Duncan Hills Coffee, que es un jingle para una marca de café que destaca las propiedades del delicioso producto promocionado; en la serie, Duncan Hills Coffee se vuelve la marca más vendida de café en todo el mundo gracias a su convenio con Dethklok, y si bien, muchas de las letras hablan sobre trivialidades, la música elaborada por Dethklok posee un virtuosismo comparado sólo con pocas bandas de la talla de Therion o Meshuggah. La música de Dethklok puede ser clasificada como un Death Metal Sinfónico de la más alta calidad, y es que, en la vida real, todos los miembros de Dethklok son músicos, compositores e instrumentistas de renombre, y cada uno de los personajes se encuentran inspirados en músicos como Geezer Butler de Black Sabbath, George “Corpsegrinder” de Canibal Corspe, Yngwie Malmsteen y Mikael Akerfeldt de Opeth. Al mismo tiempo, encontraremos otros personajes como el mítico Dr. Rockso, parodia de varios músicos pertenecientes al Glam Metal, como David Lee Roth de Van Halen o Nikki Sixx de Mötley Crüe.
Existió todo un desfile de músicos invitados para participar en la serie, como James Hetfield y Kirk Hammet de Metallica, Michael Amott de Arch Enemy, Steve Smyth de Testament, King Diamond y Mike Patton de Faith No More, entre muchos otros. ¡Metalocalypse es una parada obligatoria para los amantes del Metal!
Y bueno, si no eres fan del género musical, no importa, como dije antes, Metalocalypse brilla por su sentido del humor e ingenio, haciendo que cualquiera, headbanger o no, disfrute de esta increíble serie.
Desafortunadamente, la serie terminó de manera abrupta en el 2013, y si bien hoy en día existe una suerte de “cortometraje” para darle fin a la historia, la verdad es que los fans siempre nos quedaremos con ganas de una nueva temporada.
¿Y ustedes, qué esperan para ver Metalocalypse y gritar a todo volumen “¡BRUTAL!”
¿Cuántas lunas habré observado antes de dormir? ¿Cuántas de ellas me habrán bañado con sus rayos repletos de melancolía y tristeza? ¿Cuántas veces habré deseado desvanecerme en esos parajes nocturnos? ¿Cuántas lunas habrán sido testigos silenciosos de mi angustia y soledad? ¿Cuántas lunas habré observado antes de dormir, deseando no ver ni una sola más?
Yo comencé en el mundo de los videojuegos desde muy niño, como ya había mencionado en muchas otras entradas; y desde siempre me ha gustado todo lo relativo al mundo del terror, como también he mencionado en entradas anteriores; en consecuencia, los videojuegos de terror siempre fueron algo por lo que sentí una especial atracción.…
Pocas veces me encuentro con algo tan desgarrador como el cortometraje del que les vengo a hablar el día de hoy. Si algo me pasa, los quiero es un filme escrito y dirigido por Will McCormack y Michael Govier ganador del Oscar a “Mejor cortometraje de animación” en el año 2021, y cuando uno lo…
Estábamos mi hermano y yo afuera de alguna plaza comercial de Acapulco esperando a que salieran nuestros padres. Ya era de noche, y la brisa tropical del puerto hacía que el ambiente nocturno fuese lo suficientemente agradable como para haber decidido no entrar a comprar los suministros para hacer la cena y, en su lugar, quedarnos en el auto. Yo tenía 17 años y Fernando 16. Faltaban muchísimos años para que llegaran al mundo los teléfonos inteligentes, pero ya existían aquellos que permitían introducirles música. Entonces, nos encontrábamos los dos, uno en el asiento del copiloto y el otro atrás (no recuerdo quién ocupaba cada espacio) y Fernando me dijo que escuchara una canción, así que, en esos rudimentarios aparatos que existían por ahí del 2006 – año en el que transcurre esta anécdota – comenzó a sonar Nassau, de los Hombres G. Yo casi no sabía nada de ellos, pero ahí, acostados en el auto con las ventanas abajo y atravesados por el romper de las olas, escuché:
“Nassau, son las doce la noche…”
A partir de ahí quedé como hipnotizado por la melodía y la letra, y mientras sonaba la canción, yo podía imaginar todas las cosas que se narraban en ella. Por ese entonces yo acababa de empezar a salir con una chica, y cuando vino la parte que decía: “esta mañana, me ha dejado mi novia hawaiana” no sé por qué pensé en ella y me dio mucha risa. Unos días después fui a comer casa de esta novia, y sin que yo le dijera nada, puso el Peligrosamente Juntos del cuarteto español, disco que contenía esa canción que yo había escuchado con mi hermano unos días atrás en la playa.
Sólo unas cuantas semanas después, mis papás, Fernando y yo, tuvimos la oportunidad de viajar a Europa. Era uno de esos paquetes en grupo que incluyen guía de turistas y en el que se van recorriendo distintas ciudades. Ahí conocimos a Pamela y a Irma. La mayoría de las personas del grupo eran gente muy mayor o demasiado pequeños como para convivir con ellos, por lo que conocer a Pam y a Irma, quienes eran más o menos de nuestra edad, le dio un nuevo tinte a la experiencia del viaje que llevábamos a cabo. Habrá momento para contar varias de las anécdotas divertidas que los cuatro vivimos en esos días, pero hoy sólo me centraré en lo que aconteció en Madrid.
Los cuatro fuimos a cenar pizza, mientras mis padres habían ido a algún lugar con una pareja de colombianos (¿o venezolanos? No recuerdo). De la nada, llegó un momento donde Fernando, Irma, Pamela y yo nos encontrábamos dando tumbos de madrugada por Madrid a causa de las bebidas que estuvimos consumiendo. Esa fue la primera vez que mis padres, quienes nos vieron de lejos por la calle, ahogados en alcohol, disimularon e hicieron como que no nos habían visto.
Nos empeñamos en encontrar una licorería para poder seguir tomando el vodka que no sé de dónde habíamos sacado. Llegamos a la tienda, y al preguntar con qué íbamos a mezclar el alcohol, todos convenimos el jugo sería la mejor opción. Al preguntarle al encargado si tenía jugo, hizo una cara bastante extraña y me dijo que no entendía muy bien qué era lo que le estaba pidiendo. ¿Cómo diablos explicarle a alguien a qué me refería con el concepto “jugo”? ¿”Extracto de fruta líquido”? Pedir jugo en la tienda es una de esas actividades tan repetitivas que, cuando nos descolocan de la forma tan automática en que las realizamos, no sabemos muy bien dónde quedamos parados; además, era un adolescente ebrio de madrugada en otro país a quien esperaban afuera de la tienda para poder seguir bebiendo: no tenía el tiempo ni el interés de explicar a qué me refería con jugo, a lo que el encargado sólo terminó por mencionarme que, si así lo quería, había zumo. Salí decepcionado y les dije a mis compañeros de juerga de esa noche que, desafortunadamente, no había jugo sino sólo zumo. De inmediato se comenzaron a reír de mí, y Fernando, sin decir nada, entró velozmente a la tienda y salió con el zumo que utilizaríamos para seguir tomando esa noche.
Mientras caminábamos, Fer y yo marchábamos detrás de Pamela e Irma y platicábamos lo mucho que nos gustaban, y nuestras mentes juveniles, inundadas por alcohol, se exaltaban con todas las posibilidades que esa noche prometía. De repente, interrumpimos esa conversación porque Fernando me mostró que el zumo que había comprado era de piña, y sin decir otra palabra, los dos nos comenzamos a reír y a cantar:
“Recuerdo bien, cuando estaba yo en Madrid, con mi zumo de piña…”
La noche terminó con un montón de risas, y Fernando y yo seguimos viendo a Irma y a Pamela durante muchos años después de eso. Las dos se convirtieron en una parte importantísima de nuestras vidas, y hasta hoy en día, cuando escucho Nassau de los Hombres G, sonrió al recordar esa madrugada loca por las calles de Madrid.
Adult Swim nos ha regalado varias joyas de la animación para adultos con el paso de los años; quizá la más famosa en la actualidad sea Rick and Morty, pero esto no significa de lejos que sea la única. Hoy les vengo a hablar de Metalocalypse, animación producida por Adult Swim y emitida por primera…
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Cursando el tercer y último año de mi bachillerato, comencé a frecuentar a unos compañeros de clase que conocía desde primaria, pero con los que nunca había convivido. Por esos momentos de mi vida, tenía unos muy buenos amigos y a quienes siempre llevaré con mucho cariño en mis recuerdos, pero la verdad es que…
Cursando el tercer y último año de mi bachillerato, comencé a frecuentar a unos compañeros de clase que conocía desde primaria, pero con los que nunca había convivido. Por esos momentos de mi vida, tenía unos muy buenos amigos y a quienes siempre llevaré con mucho cariño en mis recuerdos, pero la verdad es que no teníamos tanto en común, por lo menos con la mayoría de ellos. Cuando comencé a salir con Daniel y con Nacho en ese último año de preparatoria, por primera vez sentí que estaba en el ambiente correcto: hablábamos de filosofía y de Lovecraft mientras tomábamos ron escuchando a Led Zeppelin y a The Doors. Por ese entonces, la mayoría de las reuniones las hacíamos en casa de Nach, y más allá de las fiestas, su cuarto se convirtió muy pronto es uno de mis lugares cotidianos. Desde la primera vez que entrabas a su habitación, se podía sentir una suerte de calidez y de confianza. Tenía un poster de Edguy en la puerta de su closet, libros, una serpiente, su gatita Freya, una bandera de Suecia y una espada, entre muchas otras cosas que aún recuerdo y que podría seguir enlistando.
Fue en esa época con esos nuevos amigos que conocí a la banda de Viking Metal,Tyr, y desde la primera vez que los escuché se convirtió en una de mis favoritas. Nacho me prestó los dos primeros discos de la banda proveniente de las Islas Feroe: How Far To Asgaard y Eric The Red. Era un tipo de música que, para ese entonces, yo nunca había escuchado. Lo que más me gustaba de Tyr era repasar todas las leyendas y pasajes mitológicos e históricos de las civilizaciones nórdicas que narraban sus canciones.
Cuando yo llegué a ese grupo de amigos, Tyr ya era una parte importante de los rituales propios del círculo: cantar a todo volumen Wild Rover y beber alcohol cada que se mencionara el título de la canción. Fueron incontables las tardes y noches que pasamos en casa de Nacho bebiendo, charlando y escuchando música hasta caernos de borrachos. Recuerdo bien que, para alguien como yo al que nunca le fue fácil hacer amigos, fue un gran momento de mi vida, porque de inmediato me incluyeron con gusto en ese grupo y me hicieron sentir como si yo fuera parte del mismo desde siempre.
Una tarde, saliendo de la preparatoria, fui con Nacho a su casa. Como dije antes, ya no sólo iba cada que había una reunión, sino que se volvió algo común que pasaramos, solo él y yo, horas platicando, hasta que me tenía que regresar a mi propia casa antes de que me cerraran el metro. Una de esas tardes, particularmente nublada – o por lo menos así la recuerdo – en vísperas del ocaso, Nacho me dijo que quería enseñarme algo. Nos sentamos en su computadora y abrimos YouTube, esa plataforma todavía independiente y rudimentaria que tenías que dejar cargar 10 minutos para poder ver un video completo. Nacho abrió el video de la canción Ormurin Langi de Tyr, y comenzó a narrarme toda una historia. Se trataba de una canción perteneciente al folclor medieval escandinavo, que contaba una guerra entre el rey de Noruega y el de Dinamarca. La letra, compuesta por varios versos y un coro, repasaba la historia de dicho conflicto y el cómo, con la construcción de un poderoso Drakkar en forma de serpiente (significado de Ormurin Langi) se había conquistado al pueblo enemigo. Yo estaba inmerso en lo que Nacho me decía, acompañado todo ello del poema que sonaba. Poco a poco la tarde se fue convirtiendo en noche, y sin darnos cuenta, quedamos en completa oscuridad en su cuarto, alumbrados sólo por la luz tenue de la pantalla de su computadora. El video eran unos niños de no más de 10 años representando la batalla entre esos dos reyes, todos ataviados con la indumentaria vikinga utilizada para la guerra. Mientras lo veíamos, Nacho me seguía contando sobre la mitología y la historia nórdica, y de cómo la música que escuchábamos estaba llena de nostalgia por recordar esos momentos gloriosos marcados por valores de guerra y honor.
Han pasado muchos años, y todavía sigo escuchando a Tyr, y todavía sigo recordando esas reuniones, pero, sobre todo, cuando comienza a sonar Ormurin Langi en mis audífonos, recuerdo esa tarde que fue sólo una de las muchas en que Nacho me enseñó un montón de cosas que hasta hoy en día no he olvidado.
Tenía quince años, y hacía poco que acababa de comenzar mi primera relación de noviazgo. Ella era una conocida por parte de la familia de mi cuñada, y siendo que éramos tan jóvenes, sólo nos veíamos en reuniones familiares en las que coincidíamos. Ya saben, le estoy hablando de uno de esos “primeros amores”, como…
Hace no mucho leí en Twitter – ahora X – un comentario que decía algo así como que la autopublicación era “para perdedores”. Y sí, sé que nunca deberíamos tomarnos en serio un comentario en esa red social, ya que, buena parte de sus usuarios utilizan ese medio para tirar odio injustificado contra cualquier tema…
Era verano. Yo tenía quince años, y mis papás habían estado bebiendo en alguna cantina del, en ese entonces, Distrito Federal. Al siguiente día de la juerga, llegó mi mamá con un disco en las manos, y me dijo que se había acordado de mí; en la cantina donde se la habían pasado, un señor…